Boda de otoño en Castell Tallat: el sí quiero de Sandra y David

A causa del calor del verano mediterráneo, cada vez son más las parejas que optan por una boda de otoño. Fue el caso de Sandra y David, una fantástica pareja que celebró su enlace en un lugar tan idílico como es Castell Tallat, en Cabra del Camp.

Preparativos de la novia

Corrían las tres de la tarde del día 22 de octubre cuando el equipo de Olalife al completo nos presentábamos en casa de los padres de Sandra, en Tarragona, que por logística fue la primera parada.

El día empezaba bien, con una guapísima novia enfundándose el vestido arropada por su familia. Llegaban los cuñados para entregar el ramo, y Sandra ya casi no podía contener la emoción.

Preparativos del novio

A medio camino de Cabra del Camp, dónde se encuentra Castell Tallat, paramos en el Hotel Félix de Valls, con David esperándonos en su impresionante suite nupcial.

Como no podía ser de otra forma, con David todo fueron risas. Una espontánea sesión con la inestimable ayuda del hermano mayor y ya estaba todo listo para la ceremonia.

Ceremonia de otoño en Castell Tallat

Un cielo encapotado amenazaba con aguar la fiesta, y por eso la wedding planner de Fèlix Càtering preparó el plan B: ceremonia en un porche (alternativa viable por ser un evento con pocos invitados) y aperitivo en el interior de la sala.

La ceremonia fue tan sencilla como sincera, con palabras llenas de emoción. Sandra y David se ponían los anillos y con un ¡Viva los novios! se despedían momentáneamente los invitados con los pelos llenos de arroz.

La llovizna se intensificó y nos obligó a suspender la sesión de pareja, por lo que pasamos directamente al banquete.

Banquete y fiesta

Un banquete perfecto y un emotivo baile que encaminaba la parte final de una velada animada y emocionante. Tener los ojos permanentemente húmedos y no poder borrarse la sonrisa tonta es un presagio de estar viviendo un día mágico, y esa misma es la descripción exacta de Sandra y David.

Un divertidísimo baile a cargo del gran Jordi Llurba, de Loren DJ, amenizó la fiesta como colofón a una noche mágica, siempre presidida por la torre iluminada, símbolo de Castell Tallat.

Para la sesión de pareja pendiente volvimos días después a Castell Tallat, esta vez con buen tiempo, para que los novios tuvieron sus fotos en el lugar donde celebraron su enlace.

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